Matrices Relacionales

Matrices Relacionales

Las constelaciones individuales nos permiten descubrir hechos pasados, no solo de la persona y su familia sino, también, a través de las generaciones que condicionan y limitan la vida cotidiana. Podríamos decir que es un pasado-presente limitante que sigue actuando de alguna manera.

Esto generó en mi un par de preguntas: ¿Qué es lo que hace, en el presente, que los seres humanos mantengan, sostengan o activen, aún sin saberlo ni quererlo, aquello que sucedió en las generaciones anteriores? y ¿Cómo puede pasar a través de la red familiar, de una generación a otra, esta información?

La explicación que teníamos hasta ahora, lo cual era una observación, era que la conciencia familiar o grupal tomaba a un pospuesto para repetir ese destino. Aún siendo así, mi pregunta apuntaba a saber si había alguna estructura que permitía ese traslado o repetición, a veces, con increíble similitud.

Ya no era solamente descubrir los hechos que ocurrieron en otro tiempo y lugar sino que pudiera surgir aquello que contiene a esas imágenes y que lo proyectan a través de los que siguen, manteniendo en el tiempo formas disfuncionales de relación. Esto me permitió observar la existencia de estructuras relacionales que no solo aparecen en la vida cotidiana de la persona sino que se repiten en el material de las constelaciones.

Los seres humanos cuando nos relacionamos con otros establecemos ciertos modos vinculares. Esto no es azaroso sino muy específico. A este modo de hacerlo lo denominé: Matrices Relacionales (MR). Son modelos que enlazan de manera específica ciertos lugares complementarios.

Son modelos, primero, porque aunque en cada individuo el contenido va a ser variable de acuerdo a las experiencias tenidas en su sistema, el modelo o matriz mantiene la misma estructura. Segundo, el modelo establece ciertos roles en la vinculación que determinan una forma de relacionarse específica.

Los seres humanos vivimos dentro de estas matrices sin siquiera saberlo, son previas al individuo. Esta activación tiene que ver con la red familiar y se proyecta a través de las generaciones. Cada individuo tiene, en general, 2 o 3 matrices activas.

Entonces, no nos referimos a las características propias de una persona, ni siquiera a un rol particular que ejerza sino una manera relacional donde hay otros que ocupan lugares complementarios necesarios para que esto suceda.

Cada uno de nosotros tenemos MR activas las cuales condicionan el modo de relacionarnos y como vemos al mundo. Entonces la idea es poder descubrir y trabajar sobre las propias matrices activas para poder transformarlas. Veamos cómo se presenta una matriz a través de un ejemplo de la vida cotidiana:

Juan está casado con Marta y tienen dos hijos, Sebastián de 12 y Natalia de 9. Él es el jefe de la familia. Salvo algunas cosas menores que decide Marta, Juan se encarga de lo importante: decide a donde ir en las vacaciones, determina los gastos extras que se hacen en el mes, si cambian o no el auto, etc. En general esto es aceptado por Marta, ella siente que en eso Juan es muy organizado. Lo que ella lamenta es que Juan no le consulta en estas cosas sino que le dice lo que van hacer y a partir de allí lo arman juntos. A Juan le gusta el orden en el dinero y lo administra limitando lo que considera superfluo.

Marta trabaja de ama de casa por lo cual depende del dinero que entra a través de Juan y como él es “un poco agarrado” y no le gusta que se gaste plata en “pavadas”, ella guarda los “vueltos” para luego poderse comprar aquello que le gusta.

Si tomamos esta situación veremos que el lugar que ocupa Juan es el de Soberano: quien decide qué hacer y cuando. En este sentido Marta acata lo que él indica, por lo cual está ocupando el lugar de Súbdito. A la vez, ella no le hace caso totalmente ya que se guarda dinero, sin decírselo a Juan para disponer del mismo y comprar lo que considera. Con lo cual con esta actitud Marta ocupa el lugar de Transgresora.

Aquí tenemos una de las matrices: Soberano – Súbdito – Transgresor y podemos entender que para que haya un soberano tiene que haber un súbdito, no hay soberano si no hay súbdito y viceversa. A la vez no siempre se puede estar en el lugar de súbdito todo el tiempo por lo cual al no obedecer pasa a ocupar el lugar de transgresor.

Si seguimos con el ejemplo veremos cómo se presenta la matriz en otra área Juan tiene un trabajo muy bueno, es jefe de área de una empresa multinacional. El problema que tiene allí es que al gerente general le gusta que se hagan las cosas como él dice. Juan sigue las indicaciones del gerente tal como se las da porque sabe que si lo contradice puede tornarse su enemigo y perder el empleo.

En algunas ocasiones, por la experiencia que tiene no hace el trabajo como se lo indica el jefe sino de la manera que sabe que es más efectivo aunque su superior crea que lo hizo como él se lo indicó.

Aquí sigue actuando la misma matriz pero Juan ocupa un lugar diferente: Aquí el gerente es el Soberano y Juan el Súbdito y en ocasiones ocupa el lugar del Transgresor. Estos tres lugares nos habitan a todos. Puede que sea una matriz activa en este momento o no, aún así esos tres lugares están dentro nuestro y también fuera.

Cuando descubrimos cuáles son nuestras MR activas nos empezamos a dar cuenta que tenemos matrices pero que no somos ellas. Que podemos observarlas, descubrirnos en ellas y transformarlas.

Otra matriz a tener en cuenta es la de Perpetrador – Víctima – Salvador.

Veamos un ejemplo:

Hay mujeres que se encuentran en relaciones difíciles. Tal es el caso de Carla. Tiene una pareja que dice cuidarla, quererla como nadie. Pero a la vez, ella le teme porque él se enoja y cuando se enoja, se descontrola, se pone violento. Los insultos por parte de él son comunes. No siempre pero a veces le pega o la empuja o le tira del pelo. Ella trata de pasar, en muchas ocasiones, como invisible para que no se irrite y para protegerse. Como sabe que a él le molesta que salga con amigas o que vaya a ver a su familia, fue aislándose cada vez más y disimulando para afuera su drama. El padre de Carla que sabía de la situación, una vez, cuando por un comentario de su esposa se enteró que él le había pegado nuevamente, no aguantó más y la fue a buscar a su casa y se la trajo a vivir con ellos. Fue a hablar con la pareja de su hija y le dijo que si se le acercaba o la volvía a tocar lo iba a “reventar a trompadas”.

Aquí está clara la matriz activa. Hay una Víctima que es Carla y un Perpetrador que es su pareja. Hoy en día estamos muy atentos a lo que es violencia de género, no solo lo atroz que es el femicidio sino tomar consciencia de lo activa que es esta matriz aunque el perpetrador no llegue a matar. En el ejemplo de arriba el padre de Carla ocupa el lugar de Salvador y allí están reflejados los 3 lugares de la matriz. Quiero agregar que el padre de Carla se presentó ante la pareja de manera amenazante, como un potencial Perpetrador si no la dejaba en paz.

Llevado esto a la reciente marcha “Ni una menos” que se organizó en distintos puntos de la Argentina, en relación al contenido de la misma, además de hacer tomar conciencia a la población de una forma particular de la Matriz: Perpetrador – Víctima – Salvador, también había un pedido a la dirigencia política para que sancione las leyes necesarias para proteger a las víctimas. Aquí vemos los tres lugares nuevamente y como el lugar del Salvador lo ocupa o tendrían que ocuparlo aquellas instituciones que deben sancionar las leyes y aquellas que ya están en funcionamiento o deberían ser creadas para ello.

Cuando no damos cuenta del funcionamiento de las MR empezamos a comprender que lugares ocupamos u ocupan otros, con quién y qué situaciones llevan a ocupar estos lugares. Este simple mirarnos dentro de la matriz es empezar a salirnos de ella. A la vez vamos desplegando, a través de las constelaciones, las imágenes que nos habitan en relación con ello, transformándonos dentro de nuestras matrices.